Frente a las dificultades que han presentado las mujeres en un largo tiempo de historia para acceder a la educación, no solo artística, sino en general, no podemos evitar hablar del papel de la mujer en la ilustración botánica. En este artículo daremos voz a mujeres que han sido capaces de plasmar su conocimiento de botánica en ilustraciones.
¿Qué es la ilustración Botánica?
Antes de adentrarnos al tema de las grandes artistas que han dejado importantes aportes en el arte de la ilustración botánica, se debe comprender cual es su definición.
La ilustración botánica implica tener ciertos conocimientos de botánica, por lo que se podría incluir dentro de la ilustración científica. Entonces, ¿hay mera objetividad en la ilustración botánica? Lo cierto es que todo trabajo de dibujo científico es realizado por humanos, por lo que se podría escapar algo de subjetividad. Aunque también depende si se pretende realizar un dibujo naturalista en el que se copie de la realidad con connotaciones artísticas.
Aquí hay que tener siempre claro si se quiere llegar a una ilustración científica, pues más allá de que se puede escapar ciertos tintes de percepción subjetiva, el fin es lograr la mayor objetividad posible.
También el objetivo del dibujo influye, porque si intentamos estudiar el entorno de un modo más empírico dibujando todo tipo de plantas para recordar las especies, sin ahondar en aspectos científicos, podría influir el sentimiento del artista, como se siente en ese entorno, las vivencias culturales en esa naturaleza, etc.
En el siglo XIX, el dibujo de la botánica no fue problema para las mujeres, puesto que no se les permitía realizar obras de otros temas, como los de figura humana. Así es que en las muestras de arte las naturalezas muertas era una temática para el genero femenino.
La complejidad de acceder a la educación por ser mujer.
En la prehistoria la mujer es la que descubre la agricultura, era quien se dedicaba a los cuidados y crianza de los hijos. El nutrir, es atribución de la mujer. Un día se dio cuenta que al caer las semillas de las plantas, estas se enterraban en la tierra y de allí salía un nuevo ejemplar. Entonces comenzó a recolectar semillas para sembrar y da a luz a lo que hoy llamamos: agricultura.
Con la sistematización de la agricultura se ha dejado de lado el papel de la mujer y se han subestimado sus conocimeintos al punto de considerar bruja, durante la Edad Media, a aquella que realizara curaciones por medio de medicina botánica.
No solo prescindían de trabajo, sino también del acceso a la educación dejándole como tareas ser la esposa perfecta, buena madre o hija. Las primeras en acceder a la educación fueron aquellas que gozaban de un buen pasar económico, siendo así relegadas las mujeres de los sectores más vulnerables. Fue a principios del siglo XV que se les permitió tener acceso a la academia solo a las de economía pudiente.
Se disfrazó de hombre para poder ser parte de una expedición
Estamos hablando de Jeanne Baret, quién vivió parte de su vida en la Europa del siglo XVIII, nació en Borgonia francesa en 1740 y era proveniente de familia humilde.
Tuvo la oportunidad de conocer el mundo de las plantas debido que a que trabajaba para Philibert Commerson, ayudándole con el papeleo y la organización de especímenes. Los conocimientos de Baret, terminaron siendo superiores a los de Commerson, producto de la tarea que le relegaban a las mujeres en la recolección de hierbas para abastecer a las farmarcias atendidas por hombres, pues estos consideraban que ese trabajo estaba por debajo de ellos. También eran las mujeres que además de ser herbolarias, las que preparaban las mezclas.
Commerson contaba con otras mujeres para la recolección de hierbas y preparado de mezclas, aunque Baret, era la más joven y ambos comenzaron una relación. Cuando llega la oportunidad allí por 1766, de realizar una expedición para Commerson, le exigían que lleve un ayudante, y por supuesto tenía que ser varón. Frente a esta situación, él no dudo en elegir a Baret, pues era quien más amplios conocimientos tenía. Así que para poder ser parte de la expedición a Baret no le quedo otra que disfrazarse de hombre para ingresar a la embarcación.
En ocasiones paso a ser la botánica principal, debido a que Commerson enfermaba. Fallece en la Isla Mauricio, en la cual fueron abandonados tras ser descubiertos.
Cuando Baret regresa a Francia en 1774, recibe una renta vitalicia por parte del rey Luis XVI a modo de felicitaciones. Commerson dejo unos escritos en donde pretendía denominar a todo un género con el nombre de Baretia, en honor a Jeanne Baret, sin embargo, se le cambió el nombre silenciando el trabajo de Baret.
Baret fue la primer mujer en dar la vuelta al mundo como dibujante botánica e hizo grandes aportes en la clasificaación de plantas y flores.
A la izquierda: fotografía de Jeanne Baret. A la derecha: obra realzada en 1816 sobre Baret vestida de marinero.
Por ser mujer tuvo que pagarse los viajes para investigar
Recién a sus 52 años tuvo la oportunidad de viajar. Viaje que se costeó trabajando de profesora de bordado, dibujo y pintura, y vendiendo sus pinturas en relación a la naturaleza. Ella es María Sibylla Merian nacida en 1647 y tuvo la posibilidad de aprender dibujo gracias a su padrastro, quién también la introdujo en el arte de la naturaleza.
Estudió no solo la botánica sino también los insectos que se relacionan con las plantas, en el llamado campo de la entomología. Las flores fueron protagonistas en los dibujos donde estudia los insectos.
Viaja a América siendo la primera ilustradora científica europea en autofinanciarse y no contar con capital dado por el gobierno.
El objetivo de María era poder dibujar al natural la interación que había entre los insectos y las plantas. De este modo, logra un antes y después a la hora de representar, ya que antes se mostraban flora y fauna por separado sin relacionarse entre si.
Además, no se especializó en una especie, sino que investigó varias logrando así, más de sesenta especies de plantas y más de noventa especies de animales en tan solo dos años. Fue la primera en describir la metamorfosis de las mariposas dejando como legado el libro: La metamorfosis de los insectos de Surinam. Por lo cual, no solo se la debe considerar como ilustradora, sino también como científica.
Ilustró un herbario para sacar a su marido de la carcel.
La primera mujer británca en publicar un herbolario fue Elizabeth Blackwell. Nacida en 1700 y de familia pudiente tuvo la oportunidad de tomar clases de dibujo y pintura.
Se casa en secreto con su primo Alexander Blackwell en 1728, a quien encarcelan por generar deuda y no saldarla, luego de huir a Londres.
Es así que para sacar a su marido de la carcel, Elisabeth, aprobecha sus dotes en el dibujo y se sumerge en la elaboración de un libro sobre plantas medicinales encargado por Sir Hans Sloane. El herbario a fue de gran éxito y logró liberar a su esposo en apenas dos años.
Tristemente el trabajo científico realizado por Elizabeth, más allá de su exito en ventas, fue despreciado por el jardín botánico en el que trabajaba.
A continuación dejamos el link del libro A Curious Herbal en donde se ve plasmado el trabajo de Elizabeth Blackwell. El mismo servía como guía para los medicos y científicos de la época en el estudio de las propiedades de las plantas para diversos fines como la cura de enfermedades.
Pueden acceder desde aquí.
Si querés saber más sobre qué es un herbario y su historia, hemos escrito un artículo: ¿Qué es un herbario?
La llamaban “soltera aventurera” por viajar.
Cruzó el océano desde Inglaterra hasta Brasil. Dejó de lado las imposiciones de la época sin importar lo establecido. El término “solterona aventurera” fue una etiqueta que se les impuso a las mujeres que han dejado atras Europa para soltarse en la aventura de America Latina. Sin embargo, el término fue (y aun es utilizadado) usado de forma peyorativa hacia las mujeres. Muchos de los que cruzaban el oceano para conocer el nuevo mundo eran hombres y solteros, como Alexander von Humboldt.
En este apartado hacemos el honor a Marianne North nacida en 1830 en Inglaterra. Se dedicó a la pintura botánica y tuvo la oportunidad de viajar a Estados Unidos, Jamaica, aunque su trabajo más profundo y de investigación lo realizó en Brasil.
Una de sus técnicas predilectas para pintar flores fue el óleo, la cual aprendió gracias a Robert Dowling.
Marianne North: Vista de la Cima de Tenerife (1875) óleo sobre papel, Galería Marianne North de Kew Gardens
Le relegaron el cuidado de su familia, pero no le impidió ser ilustradora.
Mary Vaux Walcott debía cumplir con el deber de quedarse en casa para cuidar a su padre y hermanos como lo hacían el resto de las mujeres del siglo XIX cuando la madre de la familia fallecía.
Mary realizó excursiones en las Montañas Rocosas de Canadá, lugar que solía frecuentar de niña con sus familiares ya que su padre tenía gran interés por la geología.
Realizaba estudios en acuarela de flores nativas dando lugar al detalle y representación exhaustiva de cada parte de la flor. Sin embargo, no solo se quedó con el dibujo o la pintura sino que también se permitió el uso de la fotografía.
Mary Vaux Walcott, año 1935. Medidas 25×18. Técnica acuarela. Smithsonian American Art Museum (Estados Unidos)
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Artículos recomendados
El viaje de Jeanne Baret, la primera mujer que circunnavegó el mundo (en secreto)
Libros recomendados:
Las mujeres y las plantas de usos medicinales. Maribel Corral. Link de compra.
A curious herbal. Elizabeth Blackwell. Link de compra.
Atribución de imágenes
Mujer con flores
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